dilluns, 2 d’octubre del 2023

Tremp 23-09-23

Una aventura más de fin de semana en esta ocasión en Tremp. Una zona de moda tras preparar muchas  rutas y ser visitado y promocionado por famosos de la bicicleta. Una tendencia de arreglar senderos existentes para su uso por endureros amantes de la montaña que empezó en ZonaZero hace muchos años y, al contrario de lo que ocurre en sitios como Collserolla donde todo son prohibiciones, se extiende a más lugares "remotos" con gran éxito y devolviendo la vida y el turismo a la zona.

Una furgoneta del trabajo de Fran y el coche de Juanjo bastaron  para llevar todas las bicis y bikers (Fran, Fernando, DH, Santi, Angel-Alao, Juanjo y Zezu) a excepción de Miguelón que fué con su propio coche desde Santa Coloma. Viaje un poco largo (190Km) pero más que aprovechado pernoctando una noche en un  camping de la zona.

Quedamos temprano, antes  de las 7 de la mañana del sábado, donde Fran tenía aparcada la furgoneta en Mollet para cargar las bicis y el mucho equipaje para el fin de semana. Juanjo recogió a Santi con su coche y sus  bicicletas incluyendo su Fantic para DH. Seguramente podría hacerlo con una muscular porque está muy fuerte pero eran muchos kilómetros y desnivel en salidas de mañana y tarde. Demasiado para cualquiera. Aún con eléctrica dijo al volver que estaba agotado...

Un poco de humor: Fernando llegó el último, como siempre, y esta vez sólo se olvidó de su cartera.

Salimos casi a las 7h30 pero llegamos al camping a las 9 en punto como estaba previsto. Miguelón llegó un poco antes y ya había recogido la llave de uno de los bungalows porque tenía una negociación urgente con el Sr.Roca, aseguraba que desde que había salido de Santa Coloma, mientras nosotros en  el cooche afirmábamos que dormiríamos en el otro bungalow con cachondeo.

Llegamos al camping, recogimos la llave del segundo bungalow y nos repartimos las camas con más cachondeo. Como ya ibamos preparados, en pocos minutos cogimos nuestras monturas y empezamos a rodar. Santi, en su "extenuante" trabajo y algo en casa, se había documentado bien y preparó 3 rutas para Sábado por la mañana, tarde y Domingo mañana. Cada una en una zona diferente para evitar desplazamientos intermedios. 

Rutas muy elaboradas que nos dejaron muy buen sabor de boca. Hasta el extremo de que se planteó hacer un sube-baja a la zona pero son muchos kilómetros y tiempo y no disfrutaríamos del cachondeo, comercio y bebercio día y noche. El dormir no lo cuento porque como en casa no se descansa en ningún sitio.

Empezamos a subir desde el camping y al poco tiempo ya estábamos bajando. Lógicamente, tramos cortos que nos llevaban de una a otra trialera. La mayor parte fueron bajadas de fllow con pooca diificultad técnica pero hubo un poco de todo.

La ruta del Sábado pasaba por el final de la famosa Dragon Khan. Algunos ya habíamos decidido no hacerla por referencias de Rabanín que había estado unas semanas antes y porque en los videos se apreciaba un riesgo innecesario para el poco premio de pasar. Aún así subimos unos metros para verla de perfil y Angel-Alao siguió hacia arriba convencido para hacerla.

Santi, en lugar de mirar de perfil, se dirigió al final del estrecho paso para verlo de cerca y caminando sobre los primeros metros nos gritaba que ni caminando pasaría él. Yo, seguro de no hacerla, también me dirigí hacia el final del paso para verlo de cerca y, en un pequeño repecho de poco más de un metro que había, me dí la vuelta pensando que no podría subir sin caerme hacia atrás. Tras de mí venía Fran con algo más de velocidad y subió patinando un poco pero subió  y tras él Juanjo por lo que me aparté para coger carrerilla y subir yo.

En ese momento me crucé con Fernando y le dije que pedaleara fuerte porque se podía hacer con ritmo pero no llevaba sufiiciente velocidad y con un piñón demasiado grande se quedó a medias y cayó hacia atrás con tan mala suerte que se le enganchó el pantalón  en el sillín y no pudo hacer pié cayendo fuerte sobre su hombro derecho y cabeza. Quedó medio inconsciente en el suelo varios angustiosos minutos en los que yo le hablaba y él no se movía con mirada perdida y ojos medio abiertos. Luego que  dijo que me oía pero no podía contestar porque estuvo a punto de perder el sentido.

Yo iba llamando al resto avisando de la caída pero no me escuchaban distraídos viendo a Alao pasar todo el Dragon Khan. Llegó DH, que se había quedado mirando en la vista de perfil, y ayudamos a Fernando a sentarse y luego a incorporarse cuando se sintió mejor. Fernando estaba mareado y yo asustado porque este hombre tiene la habilidad de hacer cosas difíciles y de lesionarse en las cosas fáciles. La primera caída del día que le marcó todo el fin de semana por no estar al 100%.

Seguimos pedaleando, Fernando con poca convicción, y sugerí esperar un poco más para asegurarnos de que estaba bien pero él quiso continuar. Un poco temerario, considero, porque las siguientes bajadas tenían fuertes pendientes y pasos estrechos y se notaba que iba tocado. Los elaborados peraltes de Escolopendra compensaban un poco la fuerte inclinación pero yo le seguía y veía que no trazaba como otras veces y al llegar abajo no recordaba algunas cosas. Algo similar ocurrió en Afganistrail pero allí, aunque le dolía la cabeza, ya se le veía más entero. Afortunadamente, porque había muchos pasos estrechos con caídas peores que la Dragon Khan.

En el principio de Afganistrail Miguelón se quedó retrasado y bajó por otra trialera que estaba a continuación en el track. Casi al final algunos empezaron a recibir llamadas de teléfono y era él preguntando dónde estábamos. Nos reímos, lo localizamos en el horizonte (lejos), y le dijimos que no se moviera porque nos encontraríamos al seguir el track previsto lo que permitió que nos grabara bajando por la ladera con el móvil. Un video muy chulo que intentaré poner con el resto así como otro que grabó DH en una parte de la bajada.

Reunidos todos, seguimos la ruta ya en dirección a Tremp para comprar unos pollos asados y comer mientras se cargaban las baterías. En la entrada del pueblo decidimos que el grupo fuese a  comprar la comida y Fernando, acompañado por mí, fuera a descansar al bungalow. Fernando llevaba el track y dijo que sabía volver pero, eso es su normalidad, nos "perdimos". Seguramente fuimos por el camino más corto pero volvimos subiendo por la trialera que habíamos bajado a primera hora y mi batería estaba temblando. Al final llegamos pocos minutos antes que el resto pero permitió que se hidratara y tomara Paracetamol para su dolor de cabeza. No hubo posibilidad de baño porque la piscina estaba cerrada a pesar del calor. Fuí a buscar el menaje del segundo bungalow y nos dispusimos al ágape.

Comimos, unos más que otros, bebimos generosamente y reposamos hasta pasadas las 5 de la tarde. Daba pereza arrancar pero sólo había prevista una bajada y eran 16Km en total. Engañosos números: subimos demasiado rápido los casi 10Km de asfalto que había y hasta DH se agotó. Hay que decir que apretaba de vez en cuando al habitual grito de "nenazas" y "que me vais frenando".

La bajada de la tarde tenía unas bonitas vistas y fué, creo, la más técnica de las realizadas: Roques Pelades. Las fotos de rigor en la cima y nos fuimos tirando. Yo acababa de montar la vieja GoPro de la peña porque las otras cámaras se estaban quedando sin batería. A ver si entre todas se aprecia el descenso que quedó "truncado" al desviarse por otra trialera que había escogido Santi. Hubo dudas de bajar un grupo por cada lado pero optamos por seguir el track previsto todos juntos. 

Llegamos contentos pero cansados al camping y enteros aunque Juanjo también estaba magullado por las costillas de alguna caída que no ví. Fernando y él tomaron calmantes que suministraba Alao de su enorme farmacia personal. Bajamos hasta el agua aprovechando que el camping tenía acceso directo e hicimos algunas fotos. DH incluso se bañó con el Maillot. Cuando ibamos a subir hacia las duchas Juanjo se percató de que tenía una roldana rota. No sabía cómo pero, aunque DH llevaba una (junto al ciento de  herramientas que lleva), contactó con talleres de los alrededores porque el desviador trasero también estaba tocado. Yo le acompañé al pueblo de al lado, todavía sin duchar, por si era necesario y lo fué: después de subir y bajar tres veces por la misma calle sin ver el letrero del taller por lo cutre y pequeño que era el sitio terminamos aparcando en un vado y yo me quedé dentro del coche por si era necesario moverlo y/o un urbano llamaba la atención. Contaba Juanjo que en el taller sacaron una caja llena de piezas más o menos rotas y consiguieron resolver el problema con ellas.

Volvimos al camping y ya estaban todos duchados. Juanjo lo había hecho antes de salir y sólo faltaba yo. Ya me había llevado mi primera cerveza hacia el taller mientras el resto se iba duchando por turnos para tener las bicis cargando en la calle (por una ventana) controladas.

Sacamos los restos del pollo, el jamón, tortillas y demás y cenamos con ganas...y más cachondeo. Especialmente, metiéndose conmigo porque a última hora se me trababa la lengua (y yo me dí cuenta) después de un par de cervezas, vino y chupitos de cerezas y verde. Terminada la cena, brindis y demás metimos las bicis dentro de la furgoneta para tenerlas bajo llave e iniciamos el protocolo de ir a dormir no sin antes concretar levantarnos a las 8 para empezar a rodar a las 9.

Algunos descansamos más que otros. Juanjo y Fernando, que durmieron juntos en cama de matrimonio, aseguraron haber estado despiertos casi toda la noche...no sé qué harían :). Además de que fuera no se duerme como en casa (y menos con un  peludo al lado) ambos estaban doloridos aunque Fernando se sentía mejor por la mañana de sus molestias. Yo descansé bastante bien hasta alrededor de las 6 de la mañana cuando empezó la tormenta: DH hizo auténticos truenos que escandalizaron a Juanjo y Fernando que dormían en la habitación de al lado.

Todo el mundo se vistió y tomó un café que yo supuse era su desayuno por lo que tomé mi vaso de leche con galletas habitual. Cogimos las bicis, previo saludo al SrRoca, y nos dirigimos hacia el pueblo donde paramos en una terraza a tomar el desayuno real. Cometí el error de comer algo recordando el esfuerzo del día anterior y pensando en acumular más energía pero me pasó factura toda la mañana porque tengo malas digestiones y el Cacaolat estuvo rondando mi garganta varias horas.

Empezamos a subir siguiendo el track previsto para el Domingo con la peculiaridad de que lo haríamos tres veces por el mismo sitio lo que da  una idea de la concentración de senderos existentes. Llegamos a la priimera cima, con un bonito mirador a la presa, pero Juanjo decidió quedarse unos metros antes por sus molestias. Como volvíamos casi al mismo punto, eso le permitía reponerse en el tiempo que bajábamos y volvíamos a subir. Una pena porque ni siquiera vió el mirador que estaba a 100 metros. La bajada con algo de barranquillo lateral, era pedregosa pero no complicada con excepciones contadas. Alao tuvo allí su primer revolcón. Terminaba la trialera sobre la misma presa donde nos hicimos más fotos y, tras un largo y pendiente tobogán, nos dirigimos a la pista de subida.

A todos nos dolía el culo del día anterior y yo subía cada vez más desganado. Todos teníamos curiosidad por conocer las trialeras escogidas pero el cansancio y dolores aumentaban. Mis rodillas y caderas molestaban cada vez más y me costaba seguir al grupo. Miraba unas antenas sobre una montaña más alta y decía que si la próxima trialera (Slick Rocks) era allí no subiría pero fuimos haciendo lo previsto contentos porque, aunque eran fáciles todas, resultaban amenas las bajadas. Eso sí, yo iba a peso mientras otros como Alao pedaleaban lo que le supuso su segundo revolcón al dar un  pedal sobre una piedra y salir volando sobre la hierba. Al menos cayó blando.

Tras las tres subidas por el mismo sitio nos dirigimos a la más esperada,  Slick Rocks, convencidos de que sería de grandes placas rocosas como habíamos visto en algunos videos y hecho en la tarde del Sábado pero sospecho que el nombre venía más del pedregal de pista de subida: 5Km exasperantes con piedras como puños que giraban al pisarlas provocando pérdidas de equilibrio y energía. Yo tenía claro que sería mi última subida y puse el modo 2. Tenía todavía un 50% de batería y pensé que podría cambiar de opinión si me venía arriba pero no fué así.

Llegamos arriba y, efectivamente, estábamos en aquella alta montaña con antenas. Ya no tenía solución y ya me había salido el aviso de menos del 10% de batería. Estuvimos descansando a la sombra de unos árboles y mirando las vistas de la presa y el valle desde otra perspectiva. Paisajes bonitos y verdes tras las recientes lluvias.

Iniciamos el descenso y, como casi siempre, Fernando iba primero seguido de Alao. Yo empecé tras ellos pero cansado como estaba opté por parar y esperar a Juanjo para ver cómo llevaba ese pedregal. Mucho bacheado y escalones pequeños con frecuentes peraltes reforzados con piedras planas que permitían apoyar sin miedo. En un punto, tal como había ocurrido la tarde del Sábado, nos desviamos hacia otra trialera y según averiguamos después parece que las deseadas placas rocosas estaban por allí. Nosotros decidimos seguir el track todos juntos con alguna queja de Alao que tenía ganas de guerra.

En ese cambio Fernando, que llevaba la cámara de Santi, insistió en grabarme a mí y  tuve que cambiar el chip conservador y bajé más rápido un tramo. Me gustó más y me cansé menos que pedroleando despacio. Al cabo de unos minutos volví a parar para reagruparnos y que la cámara cambiara de culo. Alao nos alcanzó y, ni corto ni perezoso, siguió recto pero llegó el resto y Fran, un guía excepcional, dijo que era a la derecha. Intentamos contactar pero, como Alao llevaba el track, seguimos hacia abajo aunque casi al final Fernando y Santi fueron a buscarlo y aparecieron en el cruce con la quinta y última bajada.

Mi batería ya no me permitía volver a subir por corta que fuera, ni siquiera volver al camping, y dije que allí les esperaría. Fernando y se ofreció a remolcarme pero le dije que no tenía ni batería ni ganas así que se fué tras el resto mientras yo me sentaba a la sombra. A los 15o20 minutos aparecieron en un sendero bajo el punto donde yo descansaba. Les hice una foto y nos dirigimos al pueblo a buscar un sitio donde comer.

Tras rodar por el centro escogimos una terraza a la sombra donde ponía que hacían bocadillos y brasa Estaba vacío y no estaba mal de precio pero la camarera era muy muy lenta. Tardó en salir, tardó en traer la bebida, tardó en pedir la comida y en servirla. Tanto tardó en todo que queríamos pagar sin el chupito de rigor. Yo no tomé porque no me apetecía en ese momento pero pagamos y Alao reclamó una segunda ronda a cargo de la casa mientras hacíamos las cuentas generales y pagábamos. Esperamos y esperamos y no venía la camarera. Ya nos habíamos puesto casco y mochilas y apareció con una bandejita y vasos de diferentes tamaños (muy pequeños en general). Se tomaron el chupito de pié y DH se tomó el suyo y el mío para no desperdiciarlo.

Con el estómago lleno tocó rodar hacia el camping y al principio no hubo problema porque había un tramo de bajada pero llegó la subida y mi batería se terminó. Sin asistencia tuve que subir piñones y esforzarme más de lo que me apetecía pero había que volver. Al cabo de un rato llegó Fernando empujando porque notaría en mi cadencia que iba sin motor. 

Por fin llegamos al camping y nos duchamos y empezamos a recoger todo. Menos mal que lo hice varias veces porque estuve a punto de olvidarme mi cargador de batería. Atamos las bicis y el equipaje en la furgoneta e iniciamos el viaje de vuelta. Fran por delante para marcar el ritmo.

El camino fué por carretera nacional como para la ida y ahorrarnos el caro peaje de Manresa. Era un poco más largo pero valía la pena. El único inconveniente es una confusión en una salida que no hizo Fran que nos obligó a hacer cambio de sentido y la estiró un poco. Desde el coche llamamos a DH y Alao intentando avisar y coordinar sin éxito. Al final por Whatsapp lo conseguimos. Ya en la autovía tuvimos una retención de 15minutos por unos pocos kilómetros de obras. 

Llegamos a Mollet y Fran encontró un gran aparcamiento que permitió descargar tranquilamente los trastos. Fernando, que vive cerca, se llevó algunos y así traer un arrancador para DH que tenía allí un coche parado (creo que de su hija) y que me sirvió a mí de rebote: yo me fuí rodando con la bici y DH me llevó el equipaje hasta mi puerta. ¡¡Qué sudada de despedida!!

Track sabado mañana

Video 1 Santi

VideoAlao

Track sabado tarde

Video 2 Santi

Track domingo mañana

Video 3 Santi

Video Domingo Alao

Videomix Zezu











dijous, 27 de juliol del 2023

Vallnord 22-07-2023

Como no pude unirme a la subida a Vallnord del día 7 en la que fueron Chema, Troquel, Alfonso y Piecitos (en los últimos minutos) por unas horas, ya que llegaba de Huesca esa tarde, lo hice en segunda convocatoria con Jua, Mariano y Alejandro. Fernando quería venir pero finalmente no pudo.


VIDEO PRIMERA TANDA








Había ganas porque hacía ya 4años que no iba y, probablemente, sea mi última vez porque mis huesos se deterioran más rápido de lo que querría pero no lo disfruté como otras veces. Al márgen de las molestias y del coste, el doble de anteriores subidas, el hecho de ser pocos participantes que, en la práctica, se redujo a Jua y a mí. Faltaba cachondeo de grupo. Mariano había quedado con una docena de personas que conocía de cursillos y Alejandro y él estuvieron todo el tiempo con ellos. Nos unimos a en alguna bajada pero Jua y yo preferimos irnos por libre por los grandes tiempos de espera (unos eran muy buenos y otros muy malos).

Salimos el viernes hacia Vallnord con dos coches porque Mariano y Alejandro quisieron llevar sus bicis. Ya les avisamos de que un bikepark es muy duro y machaca mucho las monturas pero siguieron adelante. Arriba Mariano dijo que la próxima vez alquilaría.

Hicimos mucha caravana en los últimos kilómentros y, por fin, llegamos al hotel a la hora de cenar. Tras el chek-in, subimos a las habitaciones, las intercambiamos porque una era algo mayor que la otra y había que guardar las bicis en la habitación y nos fuimos a cenar. La comida me pareció similar a la del habitual Marco Polo a pesar de la afirmación de los participantes de la primera convocatoria. Después nos dimos una vuelta, fuimos a ver las bicis alquiladas y a tomar algo mientras jugábamos un billar y unos futbolines: perdí yo. Se nota quien hacía pellas como dijo Mariano.

Nos fuimos a dormir sobre las 23 y quedamos a las 8h15 para desayunar. En eso sí que gané yo porque en un buffet libre suelo ponerme las botas con los dulces. Tras el protocolo habitual dejamos las habitaciones libres y salimos a por faena.

Mariano había quedado arriba con la otra gente y subieron con su furgoneta pero nosotros recogimos las bicis y protecciones y pagamos zona azul para todo el día (ahora ponen multas) porque nos avisaron de que eran estrictos. Tras una larga espera me llegó el turno y no quedaban talla M como había alquilado. Me ofreció una L y, al decir el de la tienda "esa es la mía", yo dije: la quiero. La que mejores cubiertas tenía y seguro más a punto estaba.

Compramos el forfait sin hacer cola sobre las 9h45 y subimos solos. Sorprendente. Arriba estaba ya el grupo de Mariano y nos hicimos una foto tras esperar a unos y a otros. Es lo que tienen los grupos muy grandes.

Tras la primera bajada, la típica que lleva a un telesilla que permite subir a la cima, Jua y yo nos separamos porque a Jua le fallaban los frenos y en esas lides es algo imprescindible. A mi, además, me hacían daño las rodilleras que me alquilaron así que cogimos la Commençal para bajar hasta abajo. Por cierto, está cada día peor y ya se parece mucho a LaMolina el poco mantenimiento que hacen.

Tras purgar los frenos de Jua, yo cambié mis protecciones por otras que llevaba Jua y me puse mi casco con la GoPro de la peña. Es pesada y no graba muy bien pero quería un recuerdo del evento. Cogimos de nuevo el telecabina y pa'rriba.

Al llegar al primer nivel nos encontramos de nuevo con el grupo de Mariano. De hecho, vimos a Alejandro y Mariano teóricamente no había llegado pero, en realidad, iba por delante con las féminas del grupo. ¡¡Qué listo!!

Como suponía que poco nos ibamos a ver, filmé (para gozo de Fernández) una bajada tras Alejandro que espero estabilice Youtube como solía hacer antes porque la imagen baila bastante. A eso hay que sumar, probablemente porque mi pelo ya no retiene el casco, que el peso de la cámara me giraba hacia delante el casco y me bajaba las gafas lo que me obligaba a bajar la velocidad por falta de visión y miedo a que se me cayeran al sobrepasar la punta de la nariz.

En el siguiente tramo filmé/grabé a Mariano y ya no nos vimos más hasta la hora de comer. Jua y yo fuimos por libre y repetimos mucho. Tal vez por desorientación, tal vez porque no había la misma ilusión que cuando éramos 7u8 panZetas.

Pasadas las 2 nos fuimos hacia la zona media donde está el restaurante y comimos junto a Mariano y Alejandro. Ni siquiera su grupo estaba completo porque algunos eran más pro que otros y seguían batallando. Comimos tranquilamente y nos volvimos a marchar cada uno por su lado.

Bajamos muchas veces, con alguna confusión intermedia, la Commençal superior, Cubil y algunas más y, por variar, nos desviamos hacia el Woodpark donde hubo el único "susto" del día. Yo, envenenado por la velocidad, le tiré a un salto que hay al principio sin conocerlo y, al ver su altura, absorví lo que pude con las piernas para minimizar la caída pero mi trasero chocó con la rueda y me desestabilizó. Lo salvé bien pero preferí parar que seguir y caerme más abajo. Hacía poco que habíamos intercambiado los cascos con Jua y podreis verlo más o menos.

Cansado del problema de la cámara y ya con molestias en el cuello de tanto levantar la cabeza para compensar, la desmonté y rodamos un rato sin cámara. Sobre las 4h30 ya había mucho cansancio y mi dolor de cervicales me decidió a sugerir bajar hasta abajo y marcharnos. Además del problema del casco que se bajaba por la cámara, la dureza de la horquilla me castigó mucho. Estoy seguro de que influyó en una molestia que no había tenido nunca. Lo triste es que se lo recriminé al de la tienda y resulta que la horquilla era doble pletina pero de aire y podría haber bajado la presión.

Devueltas las bicis y protecciones, enviamos un mensaje a Mariano de que nos dirigiamos hacia el hotel. Jua había negociado usar la ducha/piscina después del bikepark y nos lo concedieron. Fuimos con la ropa normal preparada, nos dieron un albornoz y gorro de baño (obligatorio aunque seas calvo como yo) y tras 30minutos de ducha, piscina y jacuzzi nos vestimos y emprendimos camino de vuelta. Mariano y Alejandro, seguramente de cháchara mucho tiempo arriba, no quisieron parar y ya se habían marchado para Mollet.

 Video:



diumenge, 22 de gener del 2023

Domingo Panzeta Orrius




En confabulación con Karlitos, hemos añadido una nueva entrada a este olvidado blog que tantas alegrías nos dió en su día.

Hemos salido 8panZetas para una ruta larga (52Km desde Mollet) que ha resultado bastante dura para todos, especialmente para los que nos hemos quedado sin batería (Josep2 y Zezu). Todos éramos eléctricos. Yo (Zezu) estrenaba con la peña la antigua eléctrica de Fernando y, conociendo su capacidad y antigua configuración de poca asistencia, he hecho todo lo que he podido sin motor pero ni aún así he tenido para toda la ruta. Ni mis piernas ni mis huesos daban para más. Fernando ha terminado con el 65% de batería en su nueva bicicleta: siempre he dicho que es marciano.

Hemos empezado con frío en la estación a las 8:30 y, mientras hablábamos, le he pedido a Fernando que me bajara la asistencia porque con la configuración que me dejó (la estándar) notaba demasiada ayuda y, por tanto, poca autonomía. Hemos empezado a rodar con retraso, charlando con Javi y Mariano que se han quedado por la zona, pero a un ritmo endiablado. Yo he intentado llanear sin motor hasta Vilanova pero ya iba cansado y sudando y he alternado con motor a tramos. Fernando ha gastado un 10% en ese trayecto del 35% que ha gastado en toda la ruta.

Hemos llegado a Vilanova, donde nos esperaban Juanjo y Santi, y subido con ganas buscando la primera bajada. A punto de iniciarla Jua se ha percatado de que Juanjo iba muy bajo de presión (estrenaba rueda trasera) y la hemos hinchado pero seguía perdiendo aire. Tras un segundo intento fallido Juanjo ha optado por volverse a casa.

Hemos tomado un sendero que conocía Karlitos para no ir por pista y hemos iniciado el primer descenso largo. Después de abortar un tramo de bajada (bonito dice Santi) por estar lleno de ramas por la "limpieza" de arbolado que están haciendo y de otra bajada se ha repetido la historia: Josep llevaba muy baja la rueda trasera. Dos intentos fallidos de hinchar (llevaba cámara con líquido) y hemos desmontado para cambiar la cámara con tan mala suerte que al montar de nuevo la rueda no roscaba bien el eje. Después de muchas pruebas hemos optado por enroscarlo desde fuera (alrevés) para limpiar/marcar la rosca y todo ha terminado bien aunque con mucho retraso.

Allí Josep ya iba sin batería y la subida desde Orrius era larga por lo que ha necesitado "empuje". Yo iba en rojo también pero usaba piernas cuando podía para llegar a la última bajada (CorreCorre). Hemos bajado muy rápido y continuado rápido, tras varias llamadas telefónicas avisando del retraso, intentando tomar una cerveza de premio final. Sólo Fernando, Jua y yo lo hemos hecho.